Oficial: El renacido Carmelo es de los Blazers y lucirá el dorsal '00'

Doncic no es humano: 42 puntos, triple-doble y victoria de los Mavs


El esloveno hizo historia, consiguió el máximo de su carrera en puntos y logró un nuevo triple-doble en una de las actuaciones más memorables de su carrera. ¿MVP?


El cielo es el límite. Al menos para Luka Doncic. Ya no quedan adjetivos para definir al esloveno, que está en el mejor momento de su carrera y no para de cuajar actuaciones extremas que le dejan, en estos momentos, como un top-5 de la NBA (o más), un fijo para el All Star, dentro de los mejores quintetos de la temporada (si acabara hoy), uno de los mejores jugadores jóvenes de la historia de la competición y, casi por unanimidad, como un claro candidato al MVP de una temporada que, recordemos, todavía está empezando. Una nueva exhibición y un nuevo conglomerado de marcas personales y récords vuelven a poner al jugador de los Mavericks en boca de todos y a Dallas dentro de unos playoffs en los que hay posibilidades (reales) de ver al base este año.

No es para menos. Ante los Spurs Doncic realizó una de las mejores actuaciones de su carrera (¿la mejor?), se superó (una vez más) y lideró a los suyos a una nueva victoria, la octava de la temporada para ellos. Los números son de escándalo: 42 puntos, el máximo de su carrera, con 11 rebotes y 12 asistencias con un muy bien 14 de 27 en tiros de campo (más del 50%) y un 5 de 13 en triples, un arma en la que no está destacando especialmente desde su llegada a la NBA pero en la que hoy ha llegado a un aceptable 38%. Es el sexto triple-doble de la temporada para el esloveno, que se ha convertido en el jugador más joven de la historia en conseguir cifras así... tras LeBron James. Una leyenda inalcanzable cuyos récord de precocidad empieza a alcanzar el ex del Real Madrid en un duelo generacional que ya vimos en pista y que significó uno de los mejores partidos del curso
El duelo tejano disputado en Dallas tuvo al esloveno como protagonista absoluto dentro de unos Mavs que juegan muy bien y de unos Spurs que alargan una crisis de la que parecen no salir. Una rivalidad histórica que ha vivido innumerables capítulos de enfrentamientos en regular season y en playoffs que hoy es una sombra de lo que fue más por la situación de los de Popovich que por la de la franquicia de Mark Cuban. Donde antes se enfrentaban Dirk Nowitzki y Tim Duncan ahora lo hace Doncic, el líder de un equipo en construcción, ante los Spurs, que siguen fieles a un estilo que ha prescrito y que les ha permitido llegar a playoffs en los últimos dos años sin superar la primera ronda. Y con Duncan ahora en el banquillo. Una nueva muestra del paso del tiempo que no ha tenido a la dinastía spur como protagonista de ningún traspaso importante más allá de DeRozan (36 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias hoy, partidazo) que ha confirmado que es un buen jugador pero que no es el jugador.
El inicio del choque fue un presagio de lo que estaba por venir. A falta de 8 minutos para el final del primer cuarto ya habían anotado todos los jugadores locales, que se fueron a un 16-4 inicial que luego se transformó en un 19-6, un 27-10 y un 30-12 gracias a una sucesión de triples de Doncic, que empezaba a hacer de las suyas bien pronto: 17 puntos en los primeros 12 minutos, 8 de ellos consecutivos y con el público rendido a él en las primeras de cambio. Los Spurs por su parte estaban obligados a ir a remolque tras un periodo en el que acabaron salvando los muebles ligeramente (36-22). Se acercaron en el segundo parcial y se fueron al descanso solo 10 abajo (59-49) conteniendo ligeramente al héroe esloveno, que sumó otros 7 tantos para irse al intermedio con 24.
Los Mavs no se dejaron arredar por la veteranía y el temple de los Spurs, que solo tuvieron a Aldrige (16+9) y Forbes (13) además de a DeRozan por encima de la decena. Una nueva muestra de la caída en picado de un equipo que empezó 3-0 y que a partir de ahí va 2-9 con 6 derrotas consecutivas. Pocos intentos de 3 (DeRozan anotó 14 de 20 en tiros de campo sin ningún intento, LaMarcus juega en la zona y Dejonte Murray no destaca en esa faceta), liderazgo interior de un Aldrige al que le empiezan a pesar los 34 años que tiene sobre sus hombres y exterior por parte de Mills, un hombre que salva al equipo en numerosas ocasiones pero cuya ausencia (hoy 9 puntos con 2 de 8 en triples) pesa mucho a los de Pop. Todo este cúmulo de factores, una tónica en lo que llevamos de curso y en este partido, se une a una mala defensa que permitió a Dallas anotar 34 puntos (en el primer periodo fueron 36) que les dejaba muy cuesta arriba la recta final del choque.
Aún así, los visitantes remaron y tuvieron sus opciones. Se colocaron a dos puntos (104-102) a menos de cinco minutos para el final y de nuevo a la misma distancia tras un triple de Rudy Gay (9+5) que les dejaba con opciones dentro del último minuto de partido. Sin embargo, volvió a aparecer Doncic, que con un triple a 26 segundos del final provocaba la explosión de los aficionados y sentenció un duelo que redondeó con su duodécima asistencia a Seth Curry, que puso el 117-110 definitivo.
Porzingis se fue a los 18 tantos con 10 rebotes, Finney-Smith anotó 22 (la máxima de su carrera y con 8 de 10 en tiros) y Brunson 11, pero el protagonista absoluto del encuentro fue Doncic. Sus 42 puntos, la mejor marca anotadora de su carrera y la primera vez que pasa de los cuarenta, ya han dado la vuelta a la NBA y sigue siendo muy comentado su nivel en un curso que, insistimos, acaba de empezar. Es muy complicado predecir hasta dónde puede llegar el esloveno en una de las temporadas más revolucionarias de los últimos tiempos, pero está claro que ahora mismo, el nivel mostrado le deja entre los mejores jugadores de la competición. Y los Mavs, 8-5, quintos del Oeste y con dos partidos y medio de ventaja respecto al noveno puesto que ocupan los Kings y que representa al primer equipo que se queda sin playoffs. La temporada es larga, pero las sensaciones son positivas y Luka está desatado. ¿Conseguirán llegar? De momento, ahí están. El resto, ya lo veremos.

Oficial: El renacido Carmelo es de los Blazers y lucirá el dorsal '00'

Oficial: El renacido Carmelo es de los Blazers y lucirá el dorsal '00'

La franquicia de Portland lo ha hecho oficial. Será el tercer dorsal diferente del alero tras llevar el '15' y el '7'. Podría estrenarse este mismo martes ante Pelicans.


Llegó la hora de la verdad para Carmelo Anthony. El bombazo de su regreso a la NBA, de la mano de los Portland Trail Blazers, saltó por los aires hace escasos días pero la franquicia de Oregón no lo ha hecho oficial hasta este martes: firmará un contrato no garantizado por una temporada. Su presidente de operaciones, Neil Oshley, en un comunicado a través de la web oficial del equipo, destacó que la incorporación era necesaria: "Carmelo es una estrella asentada en la liga que aportará presencia en el vestuario y una serie de habilidades que nosotros necesitamos sobre el parqué".

Sin embargo, sus insistentes ganas de volver a la élite y la 'necesidad' de los Blazers, que están atravesando su primer bache en el curso en estos momentos (7 derrotas en los últimos 9 partidos), le han otorgado al alero la que apunta a ser su última oportunidad en la NBA. En esta ocasión, según destacó el comunicado, Carmelo lucirá el dorsal '00' en su camiseta. Un número que nunca antes había llevado y que, curiosamente, no tenía restringido el equipo al considerarse diferente para la competición que el '0' que lleva Damian Lillard en su elástica.
El alero de 35 años, natural de Brooklyn, comenzó su carrera profesional en 2003, año en el que fue drafteado en tercer lugar por los Denver Nuggets. Con el número 15 a la espalda, Melo jugó durante siete temporadas y media en la franquicia de Colorado hasta que se marchó a los New York Knicks. Desde entonces, su camiseta siempre ha ido acompañada del dorsal 7: seis cursos en la Gran Manzana, un año enrolado en los Thunder y su lapidario paso por Houston, donde apenas jugó 10 partidos durante el curso pasado. En toda esa trayectoria ha promediado 24 puntos, 6,5 rebotes y 3 asistencias por velada, llegando a ser 10 veces All-Star.
Los últimos registros que redondean esa estadística datan del 8 de noviembre de 2018. Una fecha que apuntaba a ser definitiva en la carrera de una estrella que, por un cúmulo de factores, tendrá la oportunidad de renacer de sus cenizas para demostrar lo que siempre ha defendido: que aún le queda mucho por ofrecer a la NBA. Su regreso a las pistas, según ha informado Chris Haynes (Yahoo Sports), podría darse este mismo martes en la visita de los Blazers a Nueva Orleans para enfrentarse a los Pelicans. Llega en el momento clave a un equipo con necesidad de cambiar su rumbo. Unas circunstancias, cuanto menos, similares a las suyas. Comienza un proceso de simbiosis que, en el caso de asociarse adecuadamente, daría mucho que hablar de ahora en adelante.

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