¡¡El Madrid rompe a sudar!!

¡¡El Madrid rompe a sudar!!

Benzema celebró así su gol ante el Sevilla.

Un gol de Benzema premió el esfuerzo defensivo del Madrid, que anuló el ataque del Sevilla. Soberbio encuentro de Benzema. Gol bien anulado a Chicharito.


Si el Madrid es capaz de vivir las cuatro estaciones en un partido, qué decir de una temporada. En Sevilla ofreció una versión insólita en el curso: esforzado, organizado, atento y bien protegido. Un equipo armado de atrás hacia adelante, fortificado por su defensa y por un Casemiro multidisciplinar. Con ellos y una entrega general superó el exigente tribunal de cuentas del Pizjuán, repleto de ex y de peligros. Por primera vez en un partido oficial dejó su portería a cero y no permitió ni un remate a puerta de un rival de gran tamaño. El resto lo puso Benzema, que ya no levanta el dedo del gatillo.
Metió Zidane a diez de los once (todos menos Militao, excluido por el regreso de Sergio Ramos, refuerzo mayor) violentamente torpedeados en el Parque de los Príncipes el miércoles en un intento por probar que el error estuvo en la intención y no en la organización, que las causas del siniestro había que buscarlas en la falta de combatividad y no en un plan que acabó dejando un equipo larguísimo y desmadejado. Esta vez se agrupó mejor y escapó de la emboscada permanente ordenada por Lopetegui sobre el primer pase. Ese era también su plan en el Madrid, pero en un equipo de falta de constancia probada la eficacia duró media docena de partidos. Aquello iba contra la bohemia de aquel equipo. También contra la de este, con más ingenio que conectividad.
Así que como los dos se esperaban en el mismo sitio, la falta de sorpresa se merendó las alegrías en las áreas. El Sevilla era el método y el Madrid, gato escaldado. Lopetegui metió al Mudo Vázquez para crearle un laberinto a Ramos y sus centrocampistas estrecharon el cerco sobre Casemiro, el hombre que evita que el Madrid vaya por el mundo con cintura de avispa. Pero también el equipo de Zidane se hizo extremadamente antipático en su primera presión, un complemento energético que no siempre toma. Apretaron incluso Benzema, Bale y James. Un robo de este provocó el primer disparo a puerta de la primera parte. La pelota acabó en Hazard, tras ser mejorada por Benzema, y el zapatazo del belga, corto de ángulo, lo sacó a córner Vaclik.

James y Vaclik

En aquella primera parte de hormigoneras sólo emergió luminosamente James dos veces. La relatada anteriormente y una, inmediatamente después, que dejó a Carvajal frente a Vaclik. La mejor ocasión del Madrid en las botas de un jugador que vive de otra cosa. El meta, con un pie, le quitó validez al remate cruzado del lateral. En la otra orilla tuvo menos oportunidades Banega, por donde respira el Sevilla en campo ajeno. Y es que al descanso se llegó tras un forcejeo repleto de faltas y huérfano de noticias.
La segunda mitad pareció empeorar al Madrid y enaltecer al Sevilla, muy mejorado con Óliver Torres y con más corazón para recuperar la pelota arriba. Quedó clara su condición de equipo que más disputas gana en el campeonato, índice que marca con claridad el compromiso de un grupo. Pero ese constante empeño moría en una defensa inusualmente impenetrable del Madrid, con Mendy cerrando el paso a Navas sin distracciones, los centrales trazando la línea lejos de Courtois y Casemiro prestando los primeros auxilios en todo el campo. Y en medio de aquel ejercicio de esforzada resistencia, el Madrid lanzó su mordisco. Carvajal se plantó en la línea de fondo y Benzema cabeceó a la red su centro con el manual del nueve, despegándose de la espalda de su marcador y buscando el contrapié ante Vaclik. El gato pretendía ser perro y ha acabado en tigre.
Lopetegui metió una marcha más con Chicharito, al que anularon justamente un gol, esperando la maldición del ex, y Zidane, una menos con Valverde para cambiar la conversación en un centro del campo que dominaba el Sevilla. James se marchó exhausto y contento mientras Hazard procuraba darle aire al equipo en un partido de gran espesor. Fue, en definitiva, un gran ejemplo del otro fútbol, al que no es adicto el Madrid pero da puntos.

Vettel silencia al mundo

Sebastian Vettel (Ferrari SF90), ganador del GP de Singapur. F1 2019.
Gran triunfo de 'Seb' cimentado en la estrategia y en un ritmo implacable y doblete soñado de Ferrari que no gustó a Leclerc. Sainz, 12º tras un pinchazo.

El dedo salió a pasear otra vez, pero esta vez con más rabia que nunca. Quizás Vettel tenga siete vidas, probablemente nunca se había ido o, como decía Ricciardo al llegar a Singapur, sólo necesitaba una carrera para cambiar su suerte. En su circuito fetiche, el gran tetracampeón de Ferrari volvió a sonreír con un triunfo implacable cimentado en la estrategia, pero también en sus sólidos adelantamientos para tomar ventaja con el peor rival posible, su compañero de equipo, más la amenaza lejana de Hamilton. Con presión, sin errores, Vettel volvió a ganar más de un año después acompañado por Leclerc y Verstappen en el podio, la nueva guardia. Sacó el dedo, el índice, el de los triunfos. Y silenció todas las críticas de golpe respaldado por su equipo.
Lo hizo conteniendo al más fiero Leclerc, ‘poleman’ este domingo. En la salida no hubo grandes aspavientos, todos mantuvieron su posición excepto Carlos Sainz, que fue tocado por Hulkenberg en la rueda trasera derecha, sufrió un pinchazo con toda la vuelta por delante y vio arruinada su carrera nada más comenzarla. Todo el día remontando, pero siempre a un mundo de los puestos donde debió estar. Leclerc, Hamilton, Vettel, Verstappen, Bottas y Albon se perseguían, distancias de DRS pero cero intentos de adelantamiento mientras gestionaban sus gomas pensando en el medio plazo.
La clave estuvo en las paradas en boxes. ‘Seb’ fue el primero, a la vez que Verstappen, y una vuelta más tarde lo hizo Leclerc, que salió por detrás de su compañero. El ‘undercut’ fue sencillamente perfecto pero la vuelta del alemán con neumáticos fríos, también. Charles no lo entendió, pero Ferrari acababa de dejar fuera de combate a Hamilton, líder virtual mientras se comía los Pirelli, y se cimentaba un doblete soñado en el lugar menos pensado. Mercedes siguió intentándolo a la desesperada manteniendo a sus coches fuera hasta que los estrategas dijeron que ya no serviría para más. Con una degradación terrible pasaron por el pit y salieron detrás de Verstappen, fuera del podio. Hamilton y Bottas perdieron el cajón, quizás por exceso de ambición.
Vettel, Leclerc y Verstappen se marchaban, aunque tenían que adelantar al lento tren de Giovinazzi, Gasly, Ricciardo (showman al inicio con grandes pasadas) y Stroll, con una estrategia diferente. Entonces, con Charles enviando mensajes amenazantes por la radio, surgió la rabia del tetracampeón. Los pasó a todos limpiamente, fue al límite incluso contra el francés de Toro Rosso y tomó una ventaja muy cómoda sobre el monegasco y los demás.
Se llegaba así al ecuador de la carrera, todo parecía establecido,hasta que el ‘safety car’ se convirtió en el gran protagonista de Marina Bay. Salió tres veces casi consecutivas: cuando Grosjean encajonó a Russell, por una avería de Sergio Pérez y con un toque de Raikkonen a Kvyat. Ciertamente permitió a Sainz recortar la enorme desventaja de su incidente del comienzo, el madrileño fue dando cuenta de pilotos hasta llegar al 12º final. La zona media la ganó Lando Norris, liberado toda la carrera y en tierra de nadie, por delante de un digno Gasly y Nico. Y delante, sin inmutarse con los coches de seguridad y las correspondientes resalidas, se iba Vettel dirigido a la 53ª victoria de su carrera. La de la redención.

El Dortmund se deja dos puntos en Frankfurt

El Borussia no pudo imponerse a un incómodo Frankfurt, que rascó un empate a dos en los minutos finales gracias a un autogol de Delaney. André Silva se estrenó como goleador.


El Dortmund se deja dos puntos en Frankfurt

El Borussia Dortmund no pudo imponerse a un incómodo Frankfurt, que rascó un empate a dos en los minutos finales de un duelo intenso entre dos prometedores equipos de la Bundesliga. Las tablas no le sirven mucho a los de Lucien Favre, que se sitúan terceros en la clasificación de la máxima competición alemana. Los goles de Witsel y Sancho estuvieron a punto de darle el triunfo al conjunto negriamarillo ante un cuadro hessiano valiente y le colocan tercero en la tabla por detrás del Bayern y de Leipzig líder.
Comenzaron mejor los de Adi Hütter, pero un tanto tempranero de Witsel descompuso a los locales que se vieron superados por un Borussia más preciso en sus acciones de ataque. Tenía el esférico el cuadro borusser, eso sí, sin desprender demasiado peligro hacia el marco protegido por Kevin Trapp. Hakimi fue el único que pudo ampliar el marcador, pero el disparo raso del ex madridista no pudo batir al guardameta del Frankfurt.
Los locales lograron finalmente poner las tablas por medio de su flamante fichaje procedente del Sevilla. André Silva estrenó su cuenta goleadora con el Eintracht a pase de Sow y le dio emoción a un partido que tuvo a su único dueño en el Dortmund. No le duró mucho la alegría al Frankfurt, ya que Sancho volvió a adelantar al Borussia tras una asistencia de Witsel e hizo justicia en el marcador tras una gran segunda parte por parte de los visitantes. Todo apuntaba a una nueva victoria para los de Favre hasta que un gol en propia de Delaney les costó dos puntos valiosos a los suyos.


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