¡La mano de Griezmann!

¡La mano de Griezmann!

La mano de Griezmann

Lideró con un doblete y una asistencia a un Barça sin sus pilares que empezó perdiendo. Carles Pérez, brillante, y Alba redondearon la goleada.


Era el día de Antoine y el francés no falló. Tiró del carro con un partido de jefe máximo ante las ausencias de Messi, Suárez y Dembélé que le ponían bajo los focos. El francés lideró la goleada con remontada incluida del Barcelona al Betis (5-2) que devuelve la tranquilidad a Can Barça después de una semana agitada.
El Barça demostró ser consciente de las palabras de Valverde en la previa, que lo dejó muy clarito: “los tres puntos son obligatorios, venimos de perder y Griezmann tiene que participar más y buscarse la vida”. De hecho, el Barça salió a jugar el partido que cerraba la jornada 2 como colista de la tabla. Por tanto, de entrada el Barça protagonizó un primer cuarto de hora más que notable. Griezmann fue omnipresente con 21 intervenciones en 12 minutos en cualquier parte del campo, la mayoría de ellas al primer toque, y muy bien acompañado por Carles Pérez, un currante de la delantera al que no le vino grande la cita.
Sin Rakitic en el once inicial, que se volvía a quedar por segunda jornada consecutiva en el banquillo, el Barça se las prometía muy felices. Jugaba bien y sólo le faltaba el remate. Pero una pérdida de balón imperdonable de Busquets en la zona peligrosa habilitó al Betis, que hasta el momento se había dedicado a sacar agua del barco, para montar una contra que Canales dibujó con maestría y que finalmente Fekir convirtió en gol a pase de Loren.
El tanto hizo pupa al Barça, que estuvo unos minutos perdido. Poco a poco se fue rehaciendo y Rafinha tuvo un par de ocasiones clarísimas que no convirtió por un doble problema: coordinación y que no es delantero puro.
Sin embargo, en cuanto Griezmann volvió a participar del juego buscándose la vida llegó el empate justo antes de la media parte al rematar acrobáticamente el francés un buen centro de Sergi Roberto ante el que Dani Martín pagó su inexperiencia.
Con el empate se llegaba a la media parte y el Barcelona salvaba, de momento, una situación que se había puesto muy peliaguda.
De salida, Valverde decidió mantener a los que acabaron la primera parte a pesar de que Arturo Vidal llevaba tiempo calentando y amenazando con salir nada más empezar el segundo acto. Y la decisión fue la correcta porque a los cinco minutos Griezmann, que volvió a salir ultramotivado, controló un balón en el pico del área y lo cambió de palo ante un Dani Martín que no llegó a alcanzar el balón. El francés, esta vez sí, celebró el gol con showtime. Se fue al córner para celebrarlo con confeti blaugrana al más puro estilo LeBron James.
Siguió el Barça persistiendo y el Betis sintió la tortura y el dolor de un equipo desmelenado. Carles Pérez obtuvo el premio a su descaro con un gran gol que debería valer para ser su tarjeta de residente en el primer equipo. El chaval apunta a ser lo más parecido a Pedro, que no es poca cosa.
Con el Betis desmantelado, Busquets tomó mando en plaza y adelantó la línea de presión para ahogar más a los verdiblancos, que perdieron un balón en la salida y que el de Badia regaló a Alba para que marcara el cuarto.
Busquets, tocado, dejó su sitio a Vidal, que en la primera pelota que tocó marcó el quinto y con el partido decidido. Valverde hizo debutar a Ansu Fati, que entró por Carles Pérez, que se fue entre una gran ovación. La misma que se llevó Loren con su golazo a la escuadra que suponía el 5-2 en un partido en el que Griezmann hizo olvidar la decisión para pasar a ser decisivo.

¡¡El City se escapa junto al Liverpool!!

El City se escapa junto al Liverpool

El equipo de Pep Guardiola, con siete puntos en tres partidos, sigue al acecho del liderato que ostenta el Liverpool (nueve de nueve).


Tres jornadas han bastado para que Manchester City y Liverpool inicien su escapada en lo que parece que será un nuevo mano a mano por la Premier League. Si los de Klopp consiguieron vencer con autoridad el sábado al Arsenal, los de Guardiola hicieron ayer lo propio con el Bournemouth tras derrotarle con un doblete de Agüero y un buen gol de Sterling, que sigue como una moto.
Apenas hicieron falta 15 minutos para que el Kun, que aprovechó un rechace generado por un disparo de De Bruyne, abriese la lata, mientras que Silva, que celebraba su partido número 400 con la camiseta citizen, se inventó poco después un buen centro interior que remató a gol el extremo inglés.
A pesar de que Wilson redujo distancias con un libre directo en el tiempo añadido de la primera mitad, otra nueva buena acción del centrocampista canario permitió a Agüero recoger otro balón suelto en el área para sentenciar sobre la hora de juego.
Los mancunianos se colocan así a dos puntos del líder, seguidos por el Arsenal y el Burnley a solo un punto de distancia, mientras que el Tottenham, que se enfrentaba ayer al Newcastle, fue incapaz de superar a las urracas y perdió en su partido en el Nuevo White Hart Lane. El gol de Joelington y la resistencia del equipo del norte de Londres fue suficiente para soportar un asedio que finalmente no obtuvo resultado.

¡¡João lo guisa, Vitolo lo marca!!

Atlético sigue abonado al 1-0 y se pone colíder. El Leganés apretó al equipo del Cholo en los últimos 15 minutos. Empate a palos: Silva y Koke.


No hay en el fútbol photoshop mejor que la victoria, todo lo oculta. Porque ganó el Atleti en Butarque y es colíder a pesar de jugar enfangado. Sólo cuando conectó su talento encontró la llave con la que abrir el campo del Leganés, hasta ayer imposible para Simeone. João Félix lo guisó y Vitolo lo marcó cuando llevaba diez minutos en el campo.
Había comenzado el partido suplente y viendo desde el banco como Morata casi le encuentra un agujero a la defensa del Leganés nada más comenzar. Pero anda con el revolver sin balas. Le encontró Koke con uno de esos pases que sólo el ve, ante un Omeruo ya despistado, pero cruzó demasiado. Simeone había pillado a contrapié a Pellegrino con un dibujo inesperado. Más bien un calco.
Porque juega el Leganés con tres centrales y con tres centrales (Giménez, Savic y Hermoso) y dos carrileros saltó el Atleti. Uno Trippier, el otro Saúl. Thomas era el ancla y Lemar y Koke interiores, pero la lluvia que anunciaban sólo fue un arrebato. El Leganés pronto se reajustó. Un Leganés que había salido con más velocidad atrás por la entrada de Tarín por Bustinza y dos debuts, Roque Mesa en el centro y Soriano en portería, que Cuéllar no llegó. Adormeció el partido pero con el peligro de una pistola de agua: cada vez que se internaba el Leganés en campo contrario se topaba con un muro de hormigón balcánico. Savic. Capaz de evitar una contra con una chilena magnífica o achicar cada balón que le rondara sin romper si quiera a sudar. Si Hermoso mal y de João Félix nada, él brutal. Como centra Trippier.
Tiene un guante en el pie y cada vez que puede aprovecha para mostrarlo. Con el seleccionador inglés apuntando desde el palco sus pasos, va camino del registro para inscribir su sociedad con Morata. Si ante el Getafe le encontró, en Leganés volvió a buscarle con un balón genial a la espalda que el delantero otra vez desaprovechó. Se quedó sin espacio, desbarató Soriano, otra bala hacia ningún lugar. Su falta de acierto era inversamente proporcional a su influencia en el juego. Se fajaba, se pegaba y creaba espacios, perfecto en las labores oscuras.
No hubo más noticias rojiblancas por el área. El Atleti andaba perdido en su laberinto de siempre, con ideas distintas pero sin último pase. Rascaba el Lega los tobillos, se lesionaba Tarín y entraba Bustinza, ninguna lluvia terminaba por llegar. Sólo había barro.

Otra segunda parte... Y Vitolo

El partido fue otro en la segunda parte aunque comenzara igual: focos a Omeruo, que estaba de concierto. Lo suyo era un cantar y cantar, como si Simeone jugará con doce. Sus errores en la salida de balón le dieron al Atleti dos nuevas ocasiones. Pero una vez João Félix no llegó al balón que le robó Morata y, otra, su remate de tijera se fue alto. El partido enloqueció, más abierto, de ida y vuelta, con un balón al travesaño de Silva, Rosales que casi se marca en propia puerta y Oblak poniendo un nuevo ladrillo al muro de su portería: paradón ante Eraso.
Thomas se unía al concierto de Omeruo, también muy desafinado, con el Atlético lento, previsible, y el Leganés una y otra vez llamando a la puerta de Oblak, que guiaba Roque Mesa. Pero entre Vitolo y João Félix le arrancaron a Butarque los ‘uy’ de la boca. Había entrado ya el canario y le encontró el luso con ese balón filtrado y un artista invitado. Que Omeruo, por supuesto, andaba por ahí. Vitolo le rompió con su control.
Apretó el Leganés al final, con Soriano subiendo a rematar un córner en el 94' y Felipe que casi marca en propia puerta ese último balón. Paró Oblak que lo abrazó como el Atleti al photoshop en Butarque. Qué bien se ve ahí arriba en la tabla. Aunque aún sea agosto, a pesar del juego a ratos y el unocerismo.

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