Pochettino maniata al City¡¡

Crisis total en los Lakers: Magic dimite "cansado de puñaladas"


Crisis total en los Lakers: Magic dimite "cansado de puñaladas"

Por sorpresa, Magic Johnson deja su cargo. Asegura que no era feliz y que no quería despedir a Walton contra la opinión de Jeanie Buss.

¿Podía pasar algo más en la que está siendo, ya en sus últimos coletazos, una de las peores temporadas en toda la historia últimamente marchita de Los Angeles Lakers? Sí, y el último giro ha sido sorprendente hasta lo escandaloso y desde luego muy significativo: Magic Johnson ha renunciado a su cargo de presidente de la franqucia.
Magic, que en agosto cumplirá 60 años, es una de las grandes leyendas de los Lakers (y del baloncesto mundial) y el gran responsable de que la franquicia se convirtiera en lo que fue durante dos décadas y lo que le está costando volver a ser ahora: una encarnación de Hollywood, una imponente marca global y un perenne competidor por títulos de campeón. Su regreso a los Lakers se gestó en febrero de 2017. El día 21 de ese mes sustituyó oficialmente a Jim Buss, hijo del mítico propietario Jerry Buss (fallecido en 2013) y que fue casi una figura paterna para él. La hermana de Jim e íntima amiga de Magic, Jeanie Buss, dio un golpe de estado en los equilibrios de poder de la franquicia y se puso al frente con la idea de que los Lakers volvieran definitivamente por su fueros, lo que consideró "un mandato" que le había dejado su padre. Su solución fue poner en los despachos a Magic como presidente y a Rob Pelinka, exagente entre otros de Kobe Bryant, como general manager.
Ahora Magic se va después de convocar por sorpresa a la prensa y hacer un anuncio que cogió desprevenidos prácticamente a todos en los Lakers, también a Jeanie Buss. Su etapa se cierra con un decepcionante 79-108, un 42% de victorias que suponen la quinta peor marca del Oeste en ese tiempo, y sin haber devuelto al equipo a playoffs ni siquiera con la llegada de LeBron James. Ese fue su gran logro, y lo que se supo es que jugó un papel fundamental como "finalizador" en una reunión privada con LeBron justo antes de que este tomara su decisión, pero todo lo demás ha salido extraordinariamente mal en un annus horribilis que comenzó con una mala planificación de la plantilla, siguió con una plaga de lesiones y el sainete en torno al futuro de Anthony Davis y se supone que iba a acabar con el despido de Luke Walton, un técnico que no gusta a Magic, que le presionó casi desde el inicio de la temporada, y con una búsqueda de otro gran agente libre en el mercado que ha ido pareciendo cada vez más complicada.
Y en estos últimos días, como postre, un sinfín de informaciones en las que se han ido filtrando detalles, muchos de ellos duros, sobre lo mal que se ha gestionado en los últimos tiempos una franquicia con tanta historia. Magic, del que se acababa de decir que se le veía como "un presidente ausente, que solía estar alejado del equipo", dice de repente que se va "canasado de puñaladas por la espalda y cuchicheos", porque no quería decirle a Jeanie Buss que iba a despedir a Walton y, finalmente, porque no era "feliz" en este encargo que asumió por su relación con la familia Buss y del que se baja en marcha, sin completar ni mucho menos aquello que prometió junto a un Rob Pelinka que seguramente sea el siguiente en abandonar ya que queda ahora en una situación insostenible, también muy tocado por todo lo que se ha ido filtrando sobre su trabajo en los despachos. La situación cambia radicalmete, sin embargo, para Luke Walton, al que ahora se le abre la posibilidad de seguir ya que Jeanie Buss fue siempre su gran defensora y Magic, su azote. En las últimas horas incluso se ha filtrado que desde el entorno de Anthony Davis, el gran deseado, se veía con muy buenos ojos la figura del todavía técnico de los Lakers. Otro posible obstáculo a su despido, que algunos veían fulminante en cuanto acabe oficialmente la temporada para los angelinos.
Esto ha sido lo más destacado de la sorprendente comparecencia, literalmente entre risas y lágrimas, de Magic Johnson:
"Quiero a Jeanie Buss como a una hermana pero hoy, después de pensar en las reuniones que he tenido con ella en los últimos días, voy a renunciar a mi cargo como presidente de los Lakers. Tengo una relación maravillosa con ella, me dio el poder para hacer las cosas como yo quería hacerlas. Pero creo que siempre voy a priorizar nuestra relación, y la quiero mucho, así que para mí todo era mucho más divertido como ejercía de hermano mayor y de consejero, de embajador de todo el mundo. Pienso en el último partido de Dwyane Wade en Miami, hoy... y ni siquiera he podido poner un tuit al respecto. Cuando Ben Simmons quiso hablar conmigo para pedirme consejo, hicimos todo de la forma correcta pero incluso en ese caso se pintó como si yo fuera el malo. Pero ya no podía hacer cosas que siempre había hecho, ya no podía formar parte de la vida de personas que acudían a mí en busca de consejo. Todo era mejor para mí antes y lo pensaba ahora, antes de tener mañana que tomar una decisión drástica sobre la vida de una pesona (en referencia al despido de Luke Walton). Eso no es divertido para mí, no es quién soy. No quería poner todo en mitad de mi relación con Jeanie. Sé que ella quiere mucho a esa persona, aunque me había dado libertad para hacer lo que considerara mejor. Solo quiero volver a divertirme, ser la persona que era antes de aceptar este trabajo. Vino LeBron y estábamos en la mitad del camino... creo que este verano con la otra estrella que llegue, la que traigan finalmente, este equipo estará en posición de competir por un título con los jugadores jóvenes que están creciento tanto también. Jeanie no sabe que estoy aquí diciendo esto, porque sé que si no yo estaría llorando como un niño delante de ella... de hecho estoy a punto de llorar ahora. Esta es la decisión correcta. Así esa persona puede seguir al frente del equipo, entrenarlo de la forma correcta. Yo me he cansado de las puñaladas por la espalda y los cuchicheos. Todo eso no va conmigo, no me gusta nada todo lo que está pasando. Solo espero que los Lakers a partir de mañana puedan seguir por el camino correcto, en el que creo que están. Las lesiones nos han hecho mucho daño. Pero he disfrutado mucho trabajando al lado de Jeanie, codo con codo con ella. Pero algunas veces tienes que pensar en lo que es mejor para tu vida. Ahora con todo lo del tampering y todo eso no puedo ni poner un tuit, no pude felicitar el otro día a Russell Westbrook cuando hizo su 20+20+20. He tenido una gran vida. Tengo una gran vida más allá de este trabajo. Así que voy a volver a esa vida tan bonita que tenía. Alguien se lo tendrá que decir a mi jefa... porque sé que le va a poner enferma esto. Pero no podía decírselo a la cara, y eso que ayer mismo estuve con ella".

Nowitzki (30) dice adiós a Dallas a lo grande y anuncia su retirada¡¡


El alemán mete 30 puntos en su último partido en casa. Tras el mismo anunció su retirada. Doncic logró su octavo triple-doble (21+16+11).


Todo parecía preparado para la despedida. El recibimiento de los empleados de la franquicia a su llegada al pabellón, su presentación antes del partido, su exhibición durante el mismo, la asistencia de varias leyendas (Pippen, Bird, Nash...), el ambiente festivo que dominaba el ambiente. Al final del encuentro, Nowitzki se fue al centro de la cancha, cogió el micrófono e hizo oficial lo que todo el mundo esperaba: "Quiero anunciar que éste ha sido mi último partido aquí", y la grada estalló en un aplauso tremendo que parecía nunca acabar. A falta de un partido, era el punto final oficioso a una historia nunca vista en la NBA. La del primer jugador que ha disputado 21 temporadas con la misma camiseta. ¡Y qué jugador!
Y como pasa tantas veces en las retiradas de las estrellas, el alemán dedicó a su hinchada un partido de los de antaño. Las ganas de agradar y de firmar un último encuentro a la altura de las circunstancias le hizo lanzar más tiros que nunca en la primera parte. 18 para 19 puntos, su máxima puntuación al descanso desde el 11 de marzo de 2017. Al final acabó con 30, 8 rebotes y 3 asistencias. Y como guinda, los 5 triples que metió le aúpan al 11º puesto en la clasificación histórica de triplistas.
Como si el momento hubiese encendido al resto de jugadores, varios de ellos lucieron sus mejores galas. Luka Doncic, esta vez en segundo plano, a provechó para firmar su octavo triple-doble de la temporada (21+16+11+3). El otro gran protagonista fue Jamal Crawford, que a sus 39 años metió 51 puntos, con 5 rebotes y 5 asistencias. Nadie tan mayor había alcanzado los 50 puntos. Él fue quien tiró del carro de los Suns en una segunda mitad (52-71) que les llevó a pelear el partido en el último cuarto. 
Después de dominar todo el partido sin problema alguno, los Mavericks se vieron con menos de cinco minutos por jugarse y menos de cinco puntos de ventaja. Entrábamos en el clutch time y, ¿quién apareció? Efectivamente, Doncic con un triple para poner tierra de por medio. Y poco después Nowitzki para sentenciar, para algarabía de todos. 
Es el final de una época en Dallas. Cuando Dirk Nowitzki llegó en 1998 nadie podía pensar lo que ese espigado alemán iba a significar para la franquicia texana y para la historia de la Liga y de este deporte. El relevo lo tiene que tomar un chaval esloveno y la empresa es tan complicada como emocionante. Porque el legado que deja el 41 es de una magnitud a la altura de los más grandes de siempre. Dallas siempre le estará agradecida y los que amamos el baloncesto, seamos de donde seamos, también. Esta noche en San Antonio brindaremos todos por última vez a la salud de Dirk.

Pochettino maniata al City¡¡

Son marcó un golazo en el estreno europeo del nuevo estadio. Kane se marchó lesionado y Lloris paró un penalti a Agüero. Brillante planteamiento de Pochettino.

La primera parte de una eliminatoria que se va a jugar tanto en los banquillos como sobre el césped se la llevó el Tottenham. Lo que planeó Pochettino salió a la perfección aunque el City podría haber dado una estocada crucial si Agüero hubiera marcado un penalty cuando el partido estaba por definirse. Así se escriben las páginas europeas: no se permiten errores graves.
El Tottenham, que aprendió de la derrota en la liga en octubre cuando Ederson se hinchó a jugar en largo para evitar la presión alta, decidió esperar al City en la zona de tres cuartos con líneas muy apretadas: los delanteros pendientes de que Gundagan y Fernandinho no recibieran con comodidad y la defensa muy adelantada. Además rompía a correr cuando robaba. El City, que no pudo convocar a Bernardo Silva por lesión y dejó a de Bruyne en el banquillo, tenía problemas para elaborar.
Así se iba definiendo el partido hasta que el VAR puso los focos en una jugada que no tenía nada que ver con el desarrollo del partido. Es lo que tiene dejar que la tecnología tenga voz. Acentúa lo que casi nadie observa, en este caso una mano despistada de Rose. El lateral se tiró al suelo para bloquear un tiro de Sterling: penalty. Hugo Lloris necesitaba un momento de gloria para sacudirse las dudas que llevan varios meses invadiéndole. Se tiró a su izquierda y hacia allá fue el balón templado y poco elevado de Aguero. Volvía todo a empezar. Ni David Silva era capaz de construir puentes, ni la opción de poner al lateral Delph por dentro para ayudar a sacar el balón daba soluciones.
La segunda parte empezó a otro ritmo. El City subió la intensidad y los equipos se alargaron. Se chutaba a puerta, se robaba y se salía a la contra. Se jugaba cerca de las dos áreas. Y en estas se lesionó Harry Kane. Le tocó a Dele Alli liderar el ataque pero el Tottenham se quedaba sin el tipo que ayudaba a descargar el juego con lo que, sin querer, empezó a echarse atrás. Pero contrario a la dinámica que se empezaba a establecer, la calidad (buena y mala) marcó un cambio de tuerca. Eriksen encontró a Son con dulzura. A este se le fue el control pero Delph se despistó creyendo que el balón había salido y el coreano aprovechó para buscar el ángulo y chutar con la zurda. El balón entró con fuerza por debajo del cuerpo de Ederson. Y lo que quedó fue el resultado soñado por Pochettino.


























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