Locura: 90.000 entradas vendidas para ver el Australia-EE UU¡¡

Locura: 90.000 entradas vendidas para ver el Australia-EE UU¡¡


LeBron James Ben Simmons


El duelo se celebraría en agosto y podría enfrentar a LeBron James contra Ben Simmons en la preparación para el Mundial de China 2019.

El estadio Marvel de Australia podría ser el escenario en el que dos de las mayores estrellas actuales de la NBA, LeBron James y Ben Simmons, se enfrenten en un encuentro correspondiente a la preparación para el Mundial de China 2019. En el próximo mes de agosto hay programado un partido entre las selecciones de Estados Unidos y Australia en el continente oceánico y ambos jugadores podrían estar en el choque.
La locura se ha apoderado de la afición australiana y ya se han vendido más de 90.000 entradas para el duelo sin saber siquiera si las estrellas van a participar. La mayor duda es la de LeBron James, que ya ha participado en dos Juegos Olímpicos con su selección además de en el Mundial de Japón en 2006 y con 34 años podría renunciar a la cita mundialista.
Sin embargo, en la selección confían en que la estrella de Los Ángeles Lakers acuda a la cita en China. Así lo ha anunciado Sean Ford, director del equipo americano de baloncesto, que piensa que el alero podría decidir acudir debido a la buena relación y la admiración que tiene por Gregg Popovich, que debutaría como primer entrenador en una competición FIBA en el país asiático.
Ford ha insistido en que desea que James esté presente, pero a pesar de ello ha confirmado que habrá muy buen nivel en el Mundial y que estará lleno de estrellas de la NBA, aunque en estos momentos no puede decir quiénes acudirán.

Simmons también es duda

El base de los Sixers Ben Simmons podría hacer su debut con Australia en el próximo Mundial, pero de momento su presencia no está confirmada. Así lo ha anunciado Paul Maley, ejecutivo en funciones de la delegación australiana de baloncesto. "Tenemos esperanzas, pero no puedo decirlo con seguridad y no creo que nadie pueda hacerlo" ha dicho el directivo.
Los motivos de Simmons podrían ser los mismos que los de cualquier otro jugador de la liga americana. Con 22 años e intención de llegar lejos con su equipo en playoffs, el playmaker podría estar pensando más en alargar su carrera lo máximo y por lo tanto tendría que cuidar su salud y evitar el riesgo de caer lesionado. De una forma u otra, en Australia la expectación es máxima a pesar de que el choque entre ambas estrellas es tan sólo una posibilidad.

Walton: sus opciones de seguir en los Lakers son casi nulas¡¡


Según Marc Stein, la idea de que el entrenador será despedido al acabar la temporada es fuerte en los círculos de la NBA. Nueva derrota de los Lakers.

La paciencia de Los Angeles Lakers con Luke Walton parece haber llegado a su fin. Según Marc Stein, la franquicia angelina echará con total probabilidad a su entrenador cuando se cierre una temporada que ha pasado de la euforia al enfado absoluto con paso previo por la depresión y los cuchillos volando por el vestuario. "La suposición que prevalece en los círculos de la Liga sigue siendo que Walton seguramente será despedido después del curso", asegura el periodista de The New York Times.
Una salida que no sería ninguna sorpresa a estas alturas de la película. Los Lakers no han cumplido con las expectativas creadas tras el fichaje de LeBron James y con la derrota de este martes ante Los Angeles Clippers (105-113) están ya a 5,5 partidos del octavo puesto de la Conferencia Oeste, el límite para los playoffs. En este 2019, suman un balance de 9 victorias... y 18 derrotas. Además, Walton es un entrenador que trabaja para un presidente (Magic) que no lo contrató y desde hace mucho tiempo el entorno de LJ (una máquina infatigable de presión) lucha para que el técnico salga de un vestuario en el que novatos y veteranos han tenido sus más y sus menos con él.
"Terminará esta temporada, a menos que suceda algo drástico. Algo que no ocurrirá", subrayó Magic hace unos días en un tibio respaldo a Walton, que vio como sus Lakers caían por séptima vez en la última decena de encuentros. En esta ocasión, además, fue contra sus compañeros de pabellón. Los Clippers descabalgaron a sus vecinos entre el tercer y último cuarto. Cortaban cualquier tipo de reacción con unos inspirados Danilo Gallinari (23 puntos) y Lou Williamos inspirado (21). De nada sirvieron los 27 tantos de LeBron ni el triple-doble de Rondo: 24 puntos, 10 rebotes y 12 asistencias.

¡¡Tres meses de luto¡¡


El Madrid cierra la temporada con una derrota estruendosa. Fue un desastre en las dos áreas. Estrelló dos balones en el palo. Vinicius, Lucas y Bale, lesionados.


Tampoco en tierra santa, la Champions. El Madrid echó el cierre a una temporada siniestra con una de esas derrotas que perdurarán en la memoria, que cierran ciclos, vuelan entrenadores, limpian plantillas, sacuden palcos y arrancan pañuelos en la grada. Una de esas derrotas que invitan a rasgarse las vestiduras. Fue ante un Ajax sobresaliente, pero no aquel imperio de los setenta. Ni siquiera es líder de una liga de segundo orden y llevaba 13 años sin pisar los octavos de la Champions, dato que magnifica la tragedia del campeón.
No se le escapó al Madrid ni un pecado ni una desdicha: un gol adverso pronto, dos palos, tres lesiones. un esperpento en las dos áreas y un abandono absoluto de sus futbolistas principales, más allá de la vergüenza torera de Modric, las correrías juveniles de Reguilón y Vinicius y el propósito de enmienda de Asensio.
Las megacrisis del fútbol tienden a coger carrerilla. Empiezan con un mal resultado inexplicable, luego llegan más, que ya no lo son tanto, y poco a poco la cosa deriva en pandemia: las porterías (ajenas) empequeñecen, los postes (ajenos) son de secuoya, los rivales se agigantan, la primera contra enemiga acaba en gol y el público, el equipo, el palco y hasta la Cibeles, en el caso que nos ocupa, son un flan. El Madrid siguió el manual del siniestro total al pie de la letra. En poco más de media hora estrelló Varane un cabezazo a quemarropa en el larguero; Courtois encajó un gol tras una pérdida insensata de Kroos, superviviente del recuerdo y con propensión a escurrir el bulto, y otro en internada zidanediana de Tadic (ruleta y asistencia) resuelta con tranquilidad por Neres, y se lesionaron Lucas Vázquez y Vinicius, la única inquietud para el Ajax (luego se rompería Bale). El brasileño se marchó sollozando. A la grada le entraron ganas de acompañarle en el duelo. Fue el mayor apocalipsis exprés en tiempos.
En medio de esa crónica de sucesos quedó el baño del Ajax a un pelele, un equipo histérico, desbordado a sus espaldas por los balones diagonales en profundidad y por la genialidad de Tadic; vencido extraordinariamente en los flancos, especialmente el de Carvajal; superado por el oleaje de De Jong, Schöne y Van de Beek en el centro; consumido por los nervios, la falta de soluciones y la presión de estarse cerrando su única puerta de salida. Los goles de Ziyech y Neres no fueron sólo la consecuencia de una primera mitad de pesadilla, sino la punta del iceberg: Neres erró un mano a mano con Courtois, el belga le sacó un disparo a Ziyech y un centro de este cruzó el área del Madrid como un misil a punto de explotar. Sólo al final de ese periodo el Madrid abandonó la retirada y cayó en la cuenta de que aún andaba con vida, porque los dos recambios de emergencia, Bale y Asensio, pese a que ni el Bernabéu ni nadie vaya a besarles los pies, tienen más gol que los relevados. El galés, en ese receso de cordura, mandó al palo un remate con la izquierda ante Onana, un portero que obraba a favor de la causa blanca. Así se fue al descanso el Madrid, tiroteado y con Isco y Ramos en la platea. Una condena y una autocondena.

La puntilla

Con la soga apretándole el cuello, el Madrid buscó enmendarse desde un mejor orden, con Asensio a la derecha, Bale en la izquierda y Modric dirigiendo la maniobra. El partido que esperaba el Bernabéu de salida pero ya en una situación límite. Avanzó Ten Hag que a su Ajax lo agarrarían por el cuello en determinados momentos y llegaron, pero también las contras de su equipo, lideradas por Tadic, en ese papel de nueve enmascarado que nunca pudieron descubrir ni Varane ni Nacho, ambos en mínimos.
Pasada la hora de juego, con el Madrid en la parrilla, el fantástico serbio hizo el tercero, en zurdazo mayúsculo. La sentencia del Madrid, que se demoró cuatro minutos porque en la recuperación del Ajax la pelota pudo írsele a Mazraoui por la línea de banda. No hubo toma que lo probara y el VAR acabó por no rebatir a Brych. Tuvo tres minutos de tibia esperanza el Madrid, con un gol de Asensio, de lo más salvable en el naufragio, y cuando el Bernabéu se preparaba para echar una mano, Schöne, en un magistral lanzamiento de falta, bajó el telón de la eliminatoria. A Cristiano puede sucederle lo mismo en una semana. Ahí hubo un gran matrimonio y un mal divorcio. A este sainete sólo le falta Mourinho.


Kane sella el pase del Tottenham a los cuartos de la Champions¡¡


El Dortmund necesitaba un milagro ante el Tottenham para remontar el 3-0 de la ida pero no pudo lograrlo. Kane marcó el gol del triunfo inglés.

El Dortmund necesitaba un milagro ante el Tottenham para remontar el 3-0 de la ida y lo hizo todo para lograrlo. Se lanzó al ataque, embotelló a los de Pochettino, luchó, sufrió y cumplió con todas sus tareas menos con la más importante en el fútbol: depositar el cuero en el fondo de la red. Sí lo intentaron, una y otra vez, pero se toparon con un imperial Hugo Lloris que detuvo todo aquello que pusiera rumbo al marco defendido por el meta galo. Kane, en cambio, solo necesitó una para fusilar al cuadro alemán.


El Signal Iduna Park se había vestido de gala y los pupilos de Lucien Favre estuvieron a la altura del muro amarillo. Con Alcácer, Reus y Götze en el once, el Borussia enfocó el marco de Lloris desde el primer instante y no paró hasta el final. Las ocasiones del Borussia se contaban por minuto, el Tottenham no existía, pero fue rescatado una y otra vez por su ángel de la guarda portando guantes de portero.
El Dortmund necesitaba un kíller como el Alcácer de la primera vuelta, pero el ariete valenciano parece haber perdido esa pegada que desató la locura en la Bundesliga pocos meses atrás. Reus tampoco anduvo fino y Götze tiene facilidad para todo menos para el gol. Solo había un matador sobre el césped borusser, pero vestía de blanco. Kane tan solo necesitó una oportunidad para sentenciar la eliminatoria. Sissoko le filtró el cuero al inglés, éste encaró a Bürki y silenció al coliseo blanquiamarillo. Pura efectividad.







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