Málaga pierde la categoría ante un Levante más cerca de la permanencia
Gareth Bale ya tiene dorsal de su nuevo club
Gareth Bale ya tiene decidido cuál será su próximo destino. El delantero galés del Real Madrid dejará el verano que viene el club que preside Florentino Pérez para volver a la Premier League, pero no para recalar en el Manchester United de un José Mourinho que le ha estado mareando hasta límites insospechados. Su apuesta, en este caso, es regresar al Tottenham. E incluso está dispuesto a cambiar su dorsal, el número 11, para conseguir su objetivo.
En el Tottenham, el número que ha estado luciendo Bale en el Real Madrid tiene dueño: el argentino Erik Lamela. Con todo, el club londinense piensa ofrecerle un dorsal cargado de simbolismo: el 10 de Harry Kane.
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Florentino Pérez revienta el mercado con un fichaje de 175 millones
Florentino Pérez ya tiene a punto el primer fichaje de la revolución en toda regla que quiere llevar a cabo en la plantilla del Real Madrid el verano que viene. El máximo dirigente madridista ya ha cerrado la llegada de un galáctico, valorado en 175 millones de euros, llamado poner punto y final a la gran carencia que ha mostrado el conjunto de Zinedine Zidane esta temporada: la falta de gol. Harry Kane, el gran goleador del Tottenham, es el elegido.
El club londinense ha tasado al delantero inglés en 175 millones de euros, peroFlorentino Pérez tiene un plan perfectamente trazado para pagar considerablemente menos por el fichaje del jugador a quien considera como el ideal para devolverle al conjunto blanco su tradicional pegada. Sabe muy bien que Gareth Bale quiere volver al Tottenham y piensa usar al galés como moneda de cambio para que el fichaje de Harry Kane suponga un gasto de, a lo sumo, 100 millones de euros
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Málaga pierde la categoría ante un Levante más cerca de la permanencia
La primera parte que ofrecieron ambos equipos fue más que tediosa, con un Levante espeso en su juego, incapaz de hilvanar jugada alguna de peligro. Eso animó al Málaga, con un juego horizontal en los primeros minutos, que se convirtió poco a poco en dominador del duelo.
De hecho, los andaluces fueron los únicos capaces de generar ocasiones de gol. Avisó Ideyé con un flojo remate de cabeza y en el minuto 25 fue Chory quien dispuso de la mejor oportunidad del primer tiempo, tras un sensacional disparo que despejó Oier con muchos apuros.
El Levante, con su cerebro Campaña desaparecido del campo, jugó a arreones, sin cabeza alguna y se mostró inoperante en los metros finales. Tan solo dos remates a puerta, ninguno entre los tres palos, fue el paupérrimo bagaje ofensivo de los locales.
En el vestuario, Paco López le debió leer la cartilla a su equipo, porque el Levante salió con otro talante al terreno de juego. Los valencianos imprimieron un mayor ritmo a sus acciones y en apenas cinco minutos se acercaron con más peligro al área de Roberto que en toda la primera mitad.
Un disparo lejano de Campaña y una jugada de estrategia, en la que Coke no llegó cabecear a gol por centímetros, despertaron a la poblada grada del Ciutat de València. El Málaga no le perdía la cara al partido pero se mostró muy endeble en ataque.
El cuadro 'granota' aceleró de nuevo en el tramo final del partido y Roger pudo marcar el primero, pero el ariete local en su mano a mano con Roberto, no acertó con su autopase para librar la salida del meta y desaprovechó una magnífica oportunidad.
Apenas, un minuto después, tras un saque de esquina botado por Campaña, el balón se estrellaba en el larguero de la portería malacitana tras una mal despeje de la zaga andaluza.
Los minutos finales fueron un querer y no poder del Levante. Parecía que el partido iba a finalizar con el empate inicial, pero en la última jugada del encuentro, Morales centró al área donde Boateng remató a gol ante el delirio de la grada y las lágrimas del Málaga.
De hecho, los andaluces fueron los únicos capaces de generar ocasiones de gol. Avisó Ideyé con un flojo remate de cabeza y en el minuto 25 fue Chory quien dispuso de la mejor oportunidad del primer tiempo, tras un sensacional disparo que despejó Oier con muchos apuros.
El Levante, con su cerebro Campaña desaparecido del campo, jugó a arreones, sin cabeza alguna y se mostró inoperante en los metros finales. Tan solo dos remates a puerta, ninguno entre los tres palos, fue el paupérrimo bagaje ofensivo de los locales.
En el vestuario, Paco López le debió leer la cartilla a su equipo, porque el Levante salió con otro talante al terreno de juego. Los valencianos imprimieron un mayor ritmo a sus acciones y en apenas cinco minutos se acercaron con más peligro al área de Roberto que en toda la primera mitad.
Un disparo lejano de Campaña y una jugada de estrategia, en la que Coke no llegó cabecear a gol por centímetros, despertaron a la poblada grada del Ciutat de València. El Málaga no le perdía la cara al partido pero se mostró muy endeble en ataque.
El cuadro 'granota' aceleró de nuevo en el tramo final del partido y Roger pudo marcar el primero, pero el ariete local en su mano a mano con Roberto, no acertó con su autopase para librar la salida del meta y desaprovechó una magnífica oportunidad.
Apenas, un minuto después, tras un saque de esquina botado por Campaña, el balón se estrellaba en el larguero de la portería malacitana tras una mal despeje de la zaga andaluza.
Los minutos finales fueron un querer y no poder del Levante. Parecía que el partido iba a finalizar con el empate inicial, pero en la última jugada del encuentro, Morales centró al área donde Boateng remató a gol ante el delirio de la grada y las lágrimas del Málaga.
La Real da una lección de fútbol
La Real Sociedad sigue de dulce con el cambio de entrenador y sumó, con una lección de fútbol ofensivo, una nueva victoria ante un Atlético desconocido al que goleó y que sólo inquietó en acciones a balón parado.
Los donostiarras, apurando sus escasas opciones europeas que las matemáticas no han descartado todavía, quiso tutear a un conjunto madrileño que tampoco había dicho adiós definitivo a la liga, el balón estuvo sin un dominador claro y los porteros tranquilos salvo un susto para los donostiarras en el minuto 20 de Godín que Gero Ruli minimizó.
El Atlético no estuvo sin embargo a gusto en la primera mitad porque los locales comenzaron a llegar con peligro y en el minuto 27 abrieron el marcador en una excelente jugada de banda de Januzaj, que dejó un balón para un remate de calidad de Willian José, que lograba su decimocuarto gol esta temporada al superar por bajo a Oblack.
Antoine Griezmann, un tanto nervioso ante la que fue su afición durante cinco años, que le despidió además con una fuerte pitada al descanso, lo intentó en el tramo final del partido, en el que fue el faro ofensivo rojiblanco aunque la defensa realista estuvo muy firme sin sufrir en exceso.
Los guipuzcoanos tendrían además en ese período final una clara oportunidad en las botas de Januzaj, el talentoso delantero belga que muestra su mejor versión con la llegada del nuevo técnico, quien remató para el 2-0 con un intencionado disparo que rozó el poste de Oblack.
El Atlético salió a morder en el segundo tiempo, buscaba sorprender a una Real solvente en defensa y la entrada de Fernando Torres y Vitolo acrecentó la sensación de peligro, más virtual que real porque los rojiblancos tampoco tiraron durante los tres palos hasta el minuto 63.
Mucho tiempo de juego en el centro del campo, la Real sin llegar al área de Oblack con peligro y dejando además mucho terreno atrás para los veloces atacantes colchoneros, que metieron el miedo en el cuerpo a la afición realista cada vez que montaban alguna contra.
El Cholo Simeone se desesperaba sin embargo en la banda, su equipo amagaba pero estaba plano en el remate y un cabezazo, con todo a favor de Fernando Torres, que el delantero de Fuenlabrada envió fuera por muy poco fue lo poco que recordó el potencial rojiblanco.
La desesperación atlética iría en aumento cuando la apuesta de Simeone para este partido el croata Vrsaljko hizo lo propio al saque de una falta, pero erró su remate en la ocasión más clara del partido para haber empatado y luego llegaría el jarro de agua fría para los de Simeone.
La Real despertó y volvió por sus fueros a veinte minutos para el final en una combinación de Zurutuza, Januzaj y Willian José que el brasileño malogró por escasos centímetros cuando el segundo parecía cantado.
Otro triangulación de dibujos animados de una Real que jugaba sus mejores minutos de la temporada, en este caso Januzaj- Willian José y Canales, permitió al cántabro culminar con un duro disparo una gran acción ofensiva coral que otra vez lamió uno de los palos de la portería del Atlético de Madrid.
Los vascos cerraron el partido a diez minutos para el final en otra obra maestra de Willian José que habilitó de tacón a Juanmi, recién entrado en el campo, para que éste con sutileza superara la salida de Oblak ante el delirio de los seguidores txuri urdin.
El delantero andaluz marcaría también el tercero, ya con el tiempo cumplido, en un gran cabezazo que no encontró oposición en un Oblak que tuvo noches mejores y con Anoeta coreando "olé, olé" con el juego de su equipo.
Los donostiarras, apurando sus escasas opciones europeas que las matemáticas no han descartado todavía, quiso tutear a un conjunto madrileño que tampoco había dicho adiós definitivo a la liga, el balón estuvo sin un dominador claro y los porteros tranquilos salvo un susto para los donostiarras en el minuto 20 de Godín que Gero Ruli minimizó.
El Atlético no estuvo sin embargo a gusto en la primera mitad porque los locales comenzaron a llegar con peligro y en el minuto 27 abrieron el marcador en una excelente jugada de banda de Januzaj, que dejó un balón para un remate de calidad de Willian José, que lograba su decimocuarto gol esta temporada al superar por bajo a Oblack.
Antoine Griezmann, un tanto nervioso ante la que fue su afición durante cinco años, que le despidió además con una fuerte pitada al descanso, lo intentó en el tramo final del partido, en el que fue el faro ofensivo rojiblanco aunque la defensa realista estuvo muy firme sin sufrir en exceso.
Los guipuzcoanos tendrían además en ese período final una clara oportunidad en las botas de Januzaj, el talentoso delantero belga que muestra su mejor versión con la llegada del nuevo técnico, quien remató para el 2-0 con un intencionado disparo que rozó el poste de Oblack.
El Atlético salió a morder en el segundo tiempo, buscaba sorprender a una Real solvente en defensa y la entrada de Fernando Torres y Vitolo acrecentó la sensación de peligro, más virtual que real porque los rojiblancos tampoco tiraron durante los tres palos hasta el minuto 63.
Mucho tiempo de juego en el centro del campo, la Real sin llegar al área de Oblack con peligro y dejando además mucho terreno atrás para los veloces atacantes colchoneros, que metieron el miedo en el cuerpo a la afición realista cada vez que montaban alguna contra.
El Cholo Simeone se desesperaba sin embargo en la banda, su equipo amagaba pero estaba plano en el remate y un cabezazo, con todo a favor de Fernando Torres, que el delantero de Fuenlabrada envió fuera por muy poco fue lo poco que recordó el potencial rojiblanco.
La desesperación atlética iría en aumento cuando la apuesta de Simeone para este partido el croata Vrsaljko hizo lo propio al saque de una falta, pero erró su remate en la ocasión más clara del partido para haber empatado y luego llegaría el jarro de agua fría para los de Simeone.
La Real despertó y volvió por sus fueros a veinte minutos para el final en una combinación de Zurutuza, Januzaj y Willian José que el brasileño malogró por escasos centímetros cuando el segundo parecía cantado.
Otro triangulación de dibujos animados de una Real que jugaba sus mejores minutos de la temporada, en este caso Januzaj- Willian José y Canales, permitió al cántabro culminar con un duro disparo una gran acción ofensiva coral que otra vez lamió uno de los palos de la portería del Atlético de Madrid.
Los vascos cerraron el partido a diez minutos para el final en otra obra maestra de Willian José que habilitó de tacón a Juanmi, recién entrado en el campo, para que éste con sutileza superara la salida de Oblak ante el delirio de los seguidores txuri urdin.
El delantero andaluz marcaría también el tercero, ya con el tiempo cumplido, en un gran cabezazo que no encontró oposición en un Oblak que tuvo noches mejores y con Anoeta coreando "olé, olé" con el juego de su equipo.